Pensar que el éxito de un equipo va directamente asociado a su poder económico o al valor de su plantilla es un gran error. No hace falta pensar demasiado para encontrar varios ejemplos de proyectos futbolísticos con una inyección económica importante que hayan fracasado estrepitosamente: PSG, Chelsea, Manchester United… Pero hay otros que con menos recursos han sido capaces de escribir su nombre en la historia del fútbol.
Ahora, una vez el mercado de inverno se ha dado por cerrado, LaLiga ha hecho oficiales los límites salariales de los equipos de Primera y Segunda División. Y, al igual que todos los conjuntos de ambas categorías, ha salido a la luz el límite salarial del Girona.
UNA CONTRADICCIÓN PERFECTA
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Pese a que el conjunto que preside Delfí Geli y dirige Míchel ha visto como tras las modificaciones de invierno, con la marcha de Bernardo y la cesión de Ibrahima Kebé al Mirandés, ha ganado hasta 195.000 euros, su límite salarial queda muy lejos de la posición que ocupa en la clasificación.
Tiene el decimoquinto mejor límite salarial de la categoría (52.171 millones de euros) y, a día de hoy, es el segundo clasificado de la tabla. Una antítesis que explica y que pone aún más en valor el temporadón que se está marcando el equipo.
Al principio de temporada el Girona era el decimotercer club en la lista del límite salarial con 51.976 millones de euros para destinar a su cuerpo técnico y su plantilla, pero ahora, después del nivel que el equipo ha ido mostrando partido tras partido, es el momento ideal para valorar, una vez más, el trabajo y el rendimiento del conjunto de Míchel.