Athenea del Castillo (Solares, Cantabria, 2000) no solo destaca por su capacidad para encarar a las rivales o por su velocidad, sino también por su personalidad, que la lleva a hablar claro y a guiarse por sus principios.
Así lo hizo, por ejemplo, cuando fue una de las dos campeonas del mundo que no firmó en septiembre el comunicado suscrito por 39 jugadoras exigiendo cambios en la estructura de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al considerar que “el diálogo era la mejor manera para seguir creciendo”.
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Ahora, la jugadora del Real Madrid reconoce que todavía hay algunas modificaciones por hacer aunque “se están produciendo poco a poco”, y cree que “esta selección necesita los mejores recursos”. En paralelo, España comienza su camino para estar en la Eurocopa de 2025, con ella como habitual en los últimos onces iniciales de Montse Tomé. EFE la ha entrevistado.
Comienzan el camino hacia la Eurocopa 2025. Con el buen momento que atraviesa la selección… ¿estar en ese torneo es una obligación?
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No me gusta utilizar la palabra obligación. El equipo trabaja día tras día para conseguir los objetivos. Lo queremos ganar todo y lógicamente queremos estar en esa Eurocopa.
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Todos los partidos que tienen por delante para pelear por ese reto son al mismo tiempo un escaparate para hacer méritos para ir a los Juegos Olímpicos. La lista va a ser solo de 18 jugadoras. ¿Se ve en ella?
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Todas y cada una de las jugadoras que estamos aquí queremos formar parte de esa lista. Voy a trabajar día tras día para lograrlo. Tenemos partidos que son muy importantes, clasificatorios para la Eurocopa del 2025 y también una preparación para los Juegos. Te vas preparando partido tras partido. Hay que intentar ganar e irnos con buenas sensaciones, que el equipo siga creciendo y madurando de la manera en la que lo está haciendo. Tenemos partidos exigentes, de diferentes maneras, y tenemos que dar el máximo.
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Está siendo titular con Montse Tomé en los últimos partidos. ¿Cuál cree que es la clave para ello?
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Le gusta jugar con extremos abiertos y con lo que nos pide a las jugadoras de esa posición mis virtudes salen a relucir. Está apostando por mi, agradezco esa confianza y ojalá pueda devolvérsela con trabajo, goles asistencias y ayudando al equipo a ganar, que es lo más importante.
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¿Siente que hay más tranquilidad en las últimas convocatorias?. ¿Ha pasado ya un poco el vendaval posterior a la conquista del Mundial?
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Sí. El equipo trabaja tranquilo, de la mejor manera posible. En cada concentración aprendes algo nuevo, nos exigimos todas y cada una de nosotros al máximo. Queremos estar en las listas y es muy complicado. Hay grandes jugadoras que se quedan fuera porque el nivel del fútbol femenino español está creciendo muchísimo. Tanto las que se quedan fuera como las generaciones que vienen desde abajo aprietan fuerte.
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Se avecinan elecciones en la RFEF. ¿Qué le pediría a quien salga elegido presidente con respecto al fútbol femenino?
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No me suelo centrar en eso, me centro más en jugar. Pero le pediría sobre todo que apueste por el fútbol femenino español porque estamos dando el máximo, porque queremos seguir ganando, porque queremos seguir haciendo historia. Creo que esta selección necesita los mejores recursos, las mejores cosas para seguir creciendo. Estamos dando el máximo.
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No firmó en septiembre el comunicado suscrito por 39 jugadoras exigiendo cambios en la estructura de la RFEF porque consideró que las cosas debían hacerse de otra manera. ¿Cómo cree que debían haberse hecho?
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Soy una persona que cree que el diálogo es la mejor manera. Muchas de mis compañeras tuvieron que acudir de forma forzosa a aquella convocatoria, pero se pudieron hablar las cosas. Yo quería ir. Soy consciente de que todavía hay que hacer cambios, se están produciendo poco a poco.
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Creo que el diálogo era la mejor manera para seguir creciendo, desde mi punto de vista nos teníamos que presentar a jugar porque llevamos una estrella en el pecho que, sin obligarnos, hace que tengamos que intentar representarla de la mejor manera por todo el mundo. Eso era lo que pensaba, eran mis principios y el diálogo para mí era lo fundamental.
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A las jugadoras de la selección se las pone muchas veces como ejemplo, son muchos jóvenes los que las tienen como modelo. ¿Eso genera responsabilidad?
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Es orgullo y responsabilidad. Los más jóvenes se fijan en todas y cada una de las cosas que haces, eres un espejo para el mundo y sobre todo para ellos, que están creciendo. Sí que es una responsabilidad, pero todo el trabajo que llevas haciendo desde que eres pequeño da sus frutos y niños y niñas nos van reconociendo, muchas de nosotras somos sus referentes.
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¿Vigila más lo que hace o dice sabiendo eso?
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Siempre me suelo comportar de una manera neutra porque es lo que me han enseñado en mi casa y lo que he aprendido a gestionar. No suelo medir las cosas y hago lo que yo sé, que creo que casi siempre bajo mi punto de vista es lo correcto. Muchas veces me podré equivocar y pediré perdón pero de momento creo que todas y cada una de las cosas que he hecho están en el buen camino.
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¿Qué le ha enseñado el revuelo que se ha organizado a veces en las redes sociales con usted?
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He aprendido que todo lo que sea constructivo bienvenido sea y lo que sea destructivo es mejor ignorarlo. No suelo mirar mucho las redes, aunque las tengo. Ni cuando las cosas me van mal soy tan mala ni cuando me van bien soy tan buena. Soy consciente de que a lo largo de una temporada hay picos de forma, lo podré hacer mejor o peor pero el esfuerzo y el sacrifico siempre está ahí. Intento estar lo más neutra posible y sacar una buena versión de mi el mayor tiempo posible durante la campaña.