Podemos carga contra el Gobierno por nombrar como presidenta del Consejo de Estado a la exministra socialista Carmen Calvo, que mantuvo la pasada legislatura un durísimo pulso contra la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, reconvertida a día de hoy en el principal activo político de su partido. La vicepresidenta socialista, que fue apartada del Gobierno a mediados de legislatura, era uno de los referentes del llamado feminismo clásico y cuestionó abiertamente la norma estrella de Podemos, la ley del solo sí es sí. Los morados no han desaprovechado la ocasión para cargar contra Calvo por haber tenido “posiciones transfóbicas” y contra el Partido Socialista por su nombramiento.
“Nos preocupa que el PSOE premie con un altísimo cargo de las instituciones del Estado a una persona que claramente ha tenido posiciones transfóbicas“, ha señalado la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este martes en el Congreso de los Diputados.
En Sumar hay distintas posiciones respecto al nombramiento, aunque la mayoría de aliados cierra filas en torno a Calvo. Enrique Santiago, portavoz parlamentario de IU y miembro del grupo promotor de Sumar, ha señalado en los pasillos del Congreso que se trata de una “jurista de reconocido prestigio“, mientras Gerardo Pisarello, de los comuns, también ha defendido el nombramiento. “Más allá de lo que cada uno pueda pensar de Carmen Calvo, es un nombramiento legítimo y es una jurista que ya ha demostrado sus competencias para ejercer ese cargo”, ha advertido el dirigente, en rueda de prensa.
Preguntado sobre el rechazo que mostró Calvo hacia la ley de amnistía, Pisarello se ha remitido a lo que votó la dirigente socialista en el Congreso, cuando apoyó la ley de amnistía. “Los pronunciamientos que han tenido votando en el Congreso dejan su posición en ese tema“, ha señalado, después de insistir en que “no coincido en todos los posicionamientos políticos”, y situando como ejemplo la “materia del feminismo”.
[–>La dirigente de Sumar, Elisabeth Duval, sí ha mostrado más dureza a la hora de referirse al nombramiento de la exdiputada socialista, que abandonó este lunes el acta en el Congreso de los Diputados. “Preocupa y mucho, que la transfobia presida instituciones del Estado“, ha escrito en redes sociales la actual portavoz en materia de feminismo, igualdad y derechos y libertades LGTBI de Sumar, que ha acusado a Calvo de ser “la mayor responsable de la obstaculización de la Ley Trans y del discurso antitrans de una parte”.
Nombramiento
Este lunes se hizo público el nombramiento de Carmen Calvo como presidenta del Consejo de Estado en sustitución de la también exministra Magdalena Valerio. La exvicepresidenta primera del Ejecutivo ha sido nombrada este martes en el Consejo de Ministros, motivo por el que renunció este lunes a su escaño en el Congreso de los Diputados, donde también ejercía de presidenta de la comisión de Igualdad.
Con este movimiento, Sánchez vuelve a apostar por una de sus más fieles colaboradoras para un puesto especialmente sensible. Pero el nombramiento también obedece a un tropiezo sufrido por el Gobierno ante el Tribunal Supremo. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal anuló a finales de noviembre el nombramiento de Valerio como presidenta del Consejo de Estado, al considerar que no reunía el requisito legal de “jurista de reconocido prestigio”, imprescindible para ejercer esa responsabilidad.
El alto tribunal estimaba así un recurso presentado por la Fundación Hay Derecho, que argumentaba que la que fue ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social del primer Gobierno de Sánchez solo reunía una de las exigencias establecidas en el artículo 6 Ley Orgánica que regula el órgano consultivo, que era la de contar con experiencia en asuntos de Estado. La Sala afirmaba que el tenor literal de ese precepto es “cristalino” y no admite “excepción, ni matización” para asegurar que quien esté al frente del Consejo de Estado reúna la doble cualificación que quiere el legislador