Ciclone Chido devasta Mayotte: centenas de mortes e uma crise humanitária #ÚltimasNotícias

El ciclón tropical Chido, uno de los más intensos registrados en las últimas décadas, ha dejado un rastro de desolación en el archipiélago francés de Mayotte, en el océano Índico. Las autoridades francesas temen que la cifra de fallecidos supere los cientos, mientras el balance provisional se sitúa en 14 muertos, 9 personas en estado crítico y 246 heridos de diversa gravedad.

Sin embargo, el prefecto de Mayotte, François-Xavier Bieuville, ha advertido que podría tratarse de una de las peores tragedias humanitarias del siglo para Francia.

Mayotte, un territorio devastado

Con ráfagas de viento que superaron los 220 kilómetros por hora, Chido ha arrasado gran parte de Mayotte. Viviendas precarias han quedado completamente destruidas, dejando a miles de personas sin hogar.

Se estima que al menos un tercio de la población del archipiélago vive en condiciones vulnerables, lo que ha agravado el impacto del ciclón. Además, los daños materiales incluyen carreteras intransitables, postes eléctricos derribados y un aeropuerto internacional cerrado, lo que complica la llegada de ayuda humanitaria.

El alcalde de Mamoudzou, la capital de Mayotte, describió la situación como «una catástrofe absoluta«. “No queda nada en las zonas más afectadas”, afirmó Ambdilwahedou Soumaila, quien también alertó sobre las dificultades para contabilizar a las víctimas debido a las tradiciones musulmanas, que requieren el entierro de los fallecidos en un plazo de 24 horas.

La respuesta de las autoridades francesas

El Gobierno francés ha movilizado recursos para afrontar la crisis. Hasta 800 efectivos de policía y salvamento civil serán enviados a Mayotte en diferentes fases.

Así mismo, ya ha llegado un avión de transporte militar con suministros esenciales, mientras un contingente de 140 militares y bomberos zapadores trabaja en la isla. Emmanuel Macron, presidente de Francia, expresó su solidaridad con los habitantes de Mayotte y prometió «acciones concretas» para mitigar los efectos del desastre.

Impacto humanitario y medioambiental

La situación en Mayotte no solo afecta a sus 320.000 habitantes censados, sino también a miles de inmigrantes indocumentados que residen en el archipiélago, principalmente procedentes de las islas Comoras.

La falta de agua potable y electricidad, así como las restricciones en las comunicaciones telefónicas, han dejado a la población en una situación extremadamente precaria. Además, se teme que la devastación de infraestructuras de salud y saneamiento pueda desencadenar brotes de enfermedades.

El sistema Copérnico, activado por la Unión Europea, está proporcionando imágenes satelitales de alta resolución para coordinar la respuesta de emergencia. La comisaria europea de Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, destacó que este sistema permitirá evaluar con mayor precisión las áreas afectadas y priorizar las acciones de rescate.

El ciclón Chido se desplaza ahora mismo hacia Mozambique

Tras golpear Mayotte, el ciclón Chido continuó su trayectoria hacia el norte de Mozambique, donde las autoridades locales estiman que podría afectar a más de 2,5 millones de personas en las provincias de Cabo Delgado y Nampula.

Los vientos de hasta 260 kilómetros por hora han destruido viviendas, escuelas e instalaciones sanitarias en la región. Unicef y otras organizaciones internacionales ya trabajan para mitigar el impacto en una zona que enfrenta recurrentemente crisis humanitarias.

Mayotte: un archipiélago en el índico

Mayotte, situada entre Madagascar y el continente africano, es conocida por su biodiversidad marina y su singular geología volcánica. Sin embargo, también es el departamento más pobre de Francia, con altos índices de pobreza y precariedad habitacional.

En los últimos años, el archipiélago ha sido un punto caliente de migración y tensiones sociales, lo que complica aún más la respuesta ante desastres naturales como el ciclón Chido.

Una tragedia que subraya los riesgos del cambio climático

Los ciclones tropicales en el índico son un fenómeno recurrente, pero su intensidad parece aumentar debido al calentamiento global. Estudios recientes sugieren que el cambio climático está intensificando las tormentas, haciéndolas más destructivas y frecuentes.

Este desastre pone de manifiesto la urgente necesidad de adoptar medidas globales para mitigar los efectos del cambio climático, especialmente en regiones vulnerables como el sureste de África.