La diverticulitis es una enfermedad común -pero a menudo mal comprendida- del sistema digestivo que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la inflamación o infección de los divertículos, pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon. Los que lo sufren aseguran que puede ser una enfermedad muy dolorosa y incapacitante.
¿Qué son los divertículos?
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Los divertículos son pequeñas protuberancias o bolsas que pueden desarrollarse en la pared del colon debido a la presión ejercida sobre ella durante la evacuación intestinal. Estas bolsas son más comunes en áreas donde el revestimiento del colon es naturalmente débil.
A menudo, estas protuberancias son asintomáticas y pueden pasar desapercibidas durante años. Sin embargo, cuando se inflaman o se infectan, causan la condición conocida como diverticulitis.
Síntomas de la diverticulitis
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Los síntomas de la diverticulitis pueden variar en severidad y pueden incluir:
- Dolor abdominal: Generalmente en el lado izquierdo del abdomen, que puede ser constante o intermitente.
- Cambios en los hábitos intestinales: Estreñimiento o diarrea.
- Náuseas y vómitos: A menudo acompañados de fiebre.
- Sensibilidad abdominal: La zona afectada puede ser sensible al tacto.
- Sangrado rectal: Esto puede ocurrir si un divertículo se rompe y sangra.
Los expertos apuntan que es importante buscar atención médica si experimentas alguno de estos síntomas, ya que la diverticulitis puede empeorar si no se trata adecuadamente.
Causas de la diverticulitis
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Se desconocen las causas exactas de la diverticulitis, ya que no están completamente definidas, pero se cree que varios factores contribuyen a su desarrollo, incluyendo:
- Dieta baja en fibra: La falta de fibra en la dieta puede provocar estreñimiento, lo que aumenta la presión en el colon y puede contribuir a la formación de divertículos.
- Envejecimiento: A medida que envejecemos, la fuerza de los tejidos del colon puede disminuir, lo que aumenta el riesgo de desarrollar divertículos.
- Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la presión en el colon, lo que también puede aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis.
- Fumar: Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis y complicar su tratamiento.
- Genética: Existe una predisposición genética a desarrollar diverticulitis en algunas personas.
Tratamiento y Prevención
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El tratamiento de la diverticulitis varía según la gravedad de los síntomas. En casos leves, puede requerir reposo, una dieta líquida y antibióticos para tratar la infección. En casos más graves, puede ser necesario el tratamiento hospitalario, que puede incluir líquidos intravenosos y, en ocasiones, cirugía para eliminar la parte afectada del colon.
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La prevención de la diverticulitis implica generalmente cambios en el estilo de vida, como mantener una dieta rica en fibra, beber suficiente agua, hacer ejercicio regularmente y evitar fumar.