A nadie se le hizo tarde para llegar al concierto. Así, ya había gente haciendo cola a la entrada del estadio del Club Deportivo Tenerife en la noche del viernes. Poco a poco, a lo largo de la jornada del sábado, esas aglomeraciones fueron aumentando hasta que sobre las siete de la tarde, parecía que había tanta gente fuera como dentro del recinto deportivo. A pesar de las decenas de miles de personas que se congregaron en este punto de la capital tinerfeña, no hubo incidentes relevantes, más allá del calor que el público tuvo que sufrir hasta que la sombra cubrió por completo el campo de fútbol, sobre las ocho y media de la tarde.
Ed Sheeran congregó a un público de lo más variado, no tan solo por las edades que se dieron cita en el Heliodoro sino también por las nacionalidades. Así, a los canarios y peninsulares se sumaron muchos ingleses que llegaron ataviados con las camisetas de la gira de su compatriota y, por supuesto, fueron los que más y mejor corearon las canciones del inglés durante el concierto. Tanta cantidad de asistentes provocó que los establecimientos de Santa Cruz de Tenerife estuvieran repletos durante buena parte del día, demostrando que este tipo de eventos culturales movilizan a toda la economía de la zona.
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Minutos antes de que comenzara el concierto del británico, el ambiente ya era totalmente festivo y el público comenzó a hacer olas que llenaron de aplausos la grada, mientras algunos asistentes portaban pelucas pelirrojas en clara referencia al pelo del músico protagonista. Así, justo cuando el reloj marcaba las nueve de la noche, Ed Sheeran salió al escenario del estadio tinerfeño y un espectacular efecto de luz y color recibió a un público entregado desde la primera canción. Castle on the hill fue el tema elegido por el artista para dar el pistoletazo de salida a su primer concierto en Canarias.
El joven artista celebró este primer concierto en la Isla y demostró una gran destreza musical, más allá de las canciones que no pararon de corear los asistentes. Realizó un repaso por las composiciones más conocidas de su carrera y contó además algunas anécdotas sobre la composición de sus temas. Sin embargo, el inglés se le hizo un poco cuesta arriba a algunos asistentes, que se perdieron en las explicaciones del joven, mientras el público que compartía nacionalidad con el intérprete se mostró totalmente entregado durante todo el concierto, que a más de uno se le hizo corto.
El sold out que logró Ed Sheeran –las decenas de miles de entradas se vendieron en tan solo unas horas el pasado mes de noviembre– ofreció mágicos momentos con todo el público de las gradas en pie durante las canciones más animadas, o cuando se encendieron las linternas de los teléfonos móviles durante las baladas.
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A pesar de las ganas que tenía el público de corear las canciones del joven músico, antes que Sheeran saltó al escenario el también británico Calum Scott , quien ha acompañado a Sheeran en parte de su gira mundial. Así, a partir de las siete y media de la tarde comenzaron a sonar los acordes de algunos de los temas más conocidos de este joven cantautor británico, quien ganó el programa de televisión Britain’s Got Talent en 2015. Only Human o su versión de Dancing On My Own fueron algunos de los temas que el público también coreó al comienzo de la tarde, demostrando que su pasión por Sheeran se extiende también hacia el que ha elegido como telonero oficial de su último tour . El mítico tema de Whitney Houston I wanna dance with somebody fue ultima canción de Calum, quien no obstante volvió a salir al escenario más tarde para cantar junto a Ed Sheeran, en la que fue, dijo, su primera actuación conjunta.
Horas antes de actuar en el céntrico estadio tinerfeño, Ed Sheeran ya prometía una noche única a través de su perfil de Instagram, donde publicó un vídeo cantando Tenerife Sea a bordo de una pequeña barca frente a la costa de San Andrés. Así, cuando el inglés entonó los primeros acordes de este tema por la noche, el público congregado vibró, aunque no cantó, ya que Sheeran solicitó a sus seguidores que permanecieran en silencio para regalarle a la Isla este presente. La noche no solo fue mágica por la voz del británico, sino también porque varias parejas eligieron el concierto para prometerse, apostando así por los temas más románticos del cantautor británico para mostrar su amor por la música y por sus familias.
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Aunque era extensa la oferta musical en Tenerife, el artista natural de Halifax ganó la partida y demostró que su música gusta allá donde va. No en vano, tras su parada en las Islas, continúa ahora su gira, que lo llevará, el próximo jueves, hasta Noruega. A continuación volverá a pisar tierras españolas para participar en O Gozo Festival, en Santiago de Compostela, donde actuará como cabeza de cartel el sábado. Hasta el mes de septiembre estará girando por diferentes países europeos para después dar el salto a América.