El Girona sigue sin encontrar su fútbol lejos de Montilivi. El conjunto de Míchel volvió a caer fuera de casa por cuarta vez consecutiva y solo ha ganado un partido de Liga lejos de su estadio en este 2024. La falta de efectividad de Dovbyk de cara a puerta volvió a ser decisiva para que el conjunto catalán no sacara un resultado positivo en su visita al Coliseum, donde nunca ha ganado.
[–>La ‘trampa’ de Bordalás
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Las cosas empezaron mal para el equipo de Míchel, que tuvo que sustituir a Miguel Gutiérrez en el once inicial por lesión, dando entrada a Pablo Torre en su lugar. Pero el gran problema para el Girona iba a llegar con el sorprendente planteamiento de Bordalás.
El Getafe saltó al campo sin un ‘9’ fijo, con Óscar Rodríguez situándose como falso delantero, cayendo a la banda izquierda constantemente. De esa forma, Greenwood tenía más espacios para forzar el uno contra uno con Blind y pisar zonas centrales con total libertad. Un conjunto de movimientos armónicos potenciado por el trabajo en la medular de Maksimovic, Milla y Moriba que mordían la salida de balón del Girona incómodo en cada acción.
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Iván Martín y Aleix García, que tienen un 92% de acierto en el pase en esta Liga, terminaron la primera parte con un 80% y un 82% respectivamente, acumulando un total de 18 pérdidas entre ambos. Sin encontrar su sitio en el campo, las ofensivas del conjunto de Míchel se basaban, principalmente, en los desmarques de Portu.
El Getafe golpea primero
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Fue precisamente en uno de esos desmarques del futbolista visitante cuando pudo cambiar el partido. Apenas habían transcurrido 10 minutos de juego cuando Alderete frenó a delantero agarrándole cuando se plantaba en un mano a mano ante Soria. Los futbolistas del Girona pidieron la expulsión del central pero Munuera Montero, tras revisar el VAR, solo sancionó la acción con falta y amarilla.
Munuera Montero analisa a verosímil expulsão de Alderete no monitor / EFE
La desesperación iba creciendo en el conjunto visitante, con varias amarillas por acciones sin balón. Lo peor, sin embargo, estaba por llegar. En una jugada en la frontal del área, Ilaix Moriba filtró un balón para Yellu Santiago que, aprovechando un error de colocación de Aleix García rompiendo el fuera de juego, cruzaba la pelota para abrir el marcador y estrenarse como goleador.
Dovbyk, negado de cara a gol
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La respuesta del Girona no tardó en llegar. Antes del descanso, el equipo de Míchel tuvo dos ocasiones claras en las botas de Dovbyk, que está viviendo unas semanas nefastas en cuanto a producción goleadora se refiere. El ucraniano erró primero en un remate cruzado que se marchó cerca del poste y, solo unos instantes después, llegó muy forzado a un pase de la muerte y su intentó de remate tampoco encontró portería, mientras Míchel se desesperaba en el banquillo.
Dovbyk teve as melhores oportunidades do Girona / EFE
El primer disparo a puerta del equipo rojiblanco llegó en el minuto 64, precisamente con un tímido disparo de Dovbyk. Mientras el Girona buscaba la fórmula para romper el muro azulón, los de Bordalás pudieron sentenciar tras un error en la salida de balón de Jhon Solís, pero Gazzaniga detuvo el mano a mano ante Mata.
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Dovbyk, una vez más, tuvo el empate en la recta final del encuentro, con un cabezazo ajustado al palo que desvió Soria, pero el Girona terminó sucumbiendo y completamente desesperado ante un Getafe que siguió con precisión el plan trazado por Bordalás.