“Con el corazón muy roto les comparto que mi hermano mayor, Ed, falleció hoy. Por favor, mantengan a nuestra familia en sus oraciones, ya que esto es lo más difícil por lo que hemos tenido que pasar”. Con esta nota en su cuenta de Facebook, la hermana del dibujante de cómic Ed Piskor (Pensilvania, 1982) confirmaba su prematura muerte en lo que diversos medios estadounidenses han señalado como un suicido.
El autor de cómic independiente, entre cuyas obras destacan la premiada con un Eisner ‘Hip hop family tree’ (Flow Press) y ‘X-Men Grand Design’ (‘La gran novela de la Patrulla X’, en Panini) había dejado un dramático escrito en Facebook negando las acusaciones de comportamiento sexual inadecuado vertidas hace una semana por la también dibujante Molly Dwyer (conocida como Sydgoblin), de 21 años, que en el momento de los hechos tenía 17. Ella difundió unas capturas de pantalla de mensajes cruzados en 2020 con el dibujante, invitándola a dormir en su casa y llamándola “niña traviesa”. “¿Tienes 17 o 18 años? Me enojaré mucho si dices 17 porque esto me aplasta a esa edad”, rezaba uno de ellos.
“Soy un paria”
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“Me han asesinado acosadores de internet. En cantidades masivas -decía en su nota, Piskor-. Algunos de vosotros habéis contribuido absolutamente a mi muerte cotilleando para entreteneros. Yo no era una IA. Era un ser humano real. Destruisteis a trocitos mi autoestima durante una semana hasta que se evaporó (…) Ya no tengo amigos (…). Soy una decepción para todo el mundo a quien alguna vez gusté. Soy un paria. Agencias de noticias en mi puerta y acosando a mis ancianos padres. Poniendo mis direcciones en la tele o internet. ¿Cómo podría volver nunca a mi pueblo, donde todo el mundo me conoce?”.
Três vinhetas da ‘Árvore genealógica do hip hop’, com Grandmaster Flash, Kool Herc e Afrika Banbaataa, a sagrada trindade das origens do hip hop. / ED PISKOR
En la nota, Piskor aseguró que los mensajes con Dwyer se habían sacado de contexto. “Siento mucho haber sido tan estúpido. Definitivamente, no debería haber hablado nunca con Molly D. (…) Prometo que soy inocente. Fuera de contexto todo suena horrible. Era el punto álgido de la cóvid, no se veía el final y estaba solo. Me hacía feliz tener internet para hablar con gente con intereses comunes”. Y añadía: “No estaba intentando ofrecer favores profesionales ni utilizar mi posición (qué broma) para meterme en las bragas de nadie. Formamos parte del mismo mundo del arte, ¿por qué no presentar nuevos amigos a viejos amigos?”.
Trabajos cancelados
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A raíz de las acusaciones, Piskor vio cómo se posponía de forma indefinida uan exposición sobre su obra prevista para finales de marzo en Pittsburgh, cómo Jim Rugg, con el que presentaba el pódcast ‘Cartoonist Kayfabe’, rompía sus relaciones con él y lamenta que se esfumó el contrato de 75.000 dólares que estaba a punto de firmar para Switchblade Shorties con Abrams.
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Piskor esperaba que su muerte hiciera “que la gente se lo piense dos veces antes de unirse al frenesí de alimentar internet”.