Ramon Masats (Caldes de Montbui, 1931-Madrid, 2024), Premio Nacional de Fotografía 2004, y considerado uno de los renovadores de la fotografía documental de los años 60 en España, ha fallecido en Madrid a los 93 años. El año pasado, en una entrevista en el diario El País, el veterano fotógrafo aseguraba: “Me gustaría que mi archivo fuera al Museo Reina Sofía, aunque creo que no les interesa mucho la fotografía”. Algunas de sus imágenes están en los mejores museos del mundo como el MoMA de Nueva York.
Masats era uno de los grandes de la fotografía española, parte de una generación que está desapareciendo. Tras iniciarse en la fotografía por puro aburrimiento durante la mili, empezar a hacerse un nombre con un reportaje sobre la Rambla en 1953 y pasar como otros tantos por una etapa de formación en la Agrupació Fotogràfica de Catalunya, en 1957, se unió al grupo fotográfico Afal, dinamizado desde Almería por José María Artero García y Carlos Pérez Siquier y que tuvo una de sus ramas más inquietas en Barcelona, con fotógrafos como el propio Masats, Ricard Terré y Xavier Miserachs, con quienes expuso en 1959 en la Sala Aixelà en una muestra comisariada por Joan Prats que fue un punto de inflexión en la renovación de la fotografía del momento. Mientras Barcelona bullía con los Francesc Català-Roca, Oriol Maspons, Eugeni Forcano, Joan Colom, Julio Ubiña, Colita… Masats se instaló en Madrid, por diferencias con su padre sobre el negocio familiar, donde fundó el grupo La Palangana junto a Gabriel Cualladó, Paco Ontañón o Rubio Camín.
Su imagen más famosa era de la un seminarista que intentaba parar un chut a puerta realizado por otro compañero de estudios. Una imagen que dijo muchas veces que odiaba, pero no porque no fuese magnífica sino porque todo el mundo acababa hablándole solo de ella. Pero aquella imagen tomada en la España de los años 60 del siglo pasado reflajaba un país y una época: la España de Franco. La que reflejó, buscando siempre el instante decisivo de su guía Henry Cartier-Bresson, en algunos de sus principales trabajos, como el histórico ‘Sanfermines’ (1957-1961), ‘Neutral corner’ (1962), sobre los sombríos entresijos del boxeo, y ‘Viejas historias de Castilla la Vieja’ (1964). Pero más allá del retrato social, a menudo irónico en Masats a menudo se imponía el vacío que se acercaba a la abstracción, como en otra de sus fotografías más conocidas, la de una campesina de Tomelloso que perfila con una línea de pintura negra una fachada encalada. Ni tremendismo, ni efectismo: “No forzamos nada. No fuimos escarbando en sitios oscuros ni muy brillante. Nos interesaba mostrar la vida tal como era a nuestro alrededor”, explicaba en un a entrevista publicada en ‘XL Semanal’ con motivo de su 90 aniversario.
Masats también se interesó por el cine (es destacable su reportaje sobre el rodaje de la ‘Viridiana’ de Luis Buñuel y su colaboración con Carlos Saura) y dedicó gran parte de su carrera profesional a los documentales. En 1964, tras publicar ‘Viejas Historias de Castilla la Vieja’ con Miguel Delibes y de exponer con Carlos Saura en la galería Juana Mordó, realizó su primer documental, ‘Prado Vivo’, con el que ganó el premio especial en Taormina. Y en 1970, el largometraje ‘Topical Spanish’, con Chumy Chúmez como coguionista. Entre las series documentales que dirigió para TVE figuran ‘Conozca usted España’, ‘Los ríos’, ‘La víspera de nuestro tiempo’ y ‘Si las piedras hablaran’
En 1982 regresó a la fotografía y desde entonces publicó diversos libros, y realizado varias exposiciones, tanto retrospectivas como de sus trabajos más recientes en el Círculo de Bellas Artes (su primera gran retrospectiva, en 1999), el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Palau de La Virreina en Barcelona, el Palacio de la Magdalena en Santander, el Museu Nacional d’Art de Catalunya, y la Galería Marlborough de Madrid.