El Medusa Beach Club, que ha vivido una tragedia tras derrumbarse su primera planta, con al menos cuatro muertos y una treintena de heridos, no solo era un bar para ir a tomar algo en la Playa de Palma. Hace tiempo que se había convertido en uno de los locales de referencia de la zona para disfrutar del ocio, no solo para turistas porque también era habitual ver a residentes.