El Barça se aseguró el segundo puesto en la Liga en un choque en el que Lamine Yamal sostuvo al equipo hasta que entró Pedri y fue el faro de la goleada final frente al Rayo Vallecano con un doblete.
El Barça regresó al clásico 4-3-3, con la dupla Cubarsí-Iñigo Martínez en el eje, con Araujo por tercer partido de suplente, un centro del campo con las piernas de Sergi Roberto y Fermín por Christensen y Pedri, mientras que en ataque, Raphinha-Lewandowski y Lamine formaron el tridente.
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Una dispositivo que dio sus frutos nada más empezar. Lamine se inventó un globo sensacional hacia Lewandowski quien empalmó al fondo de la red.
Lamine tuvo la ocasión de hacer el roto más grande, pero puso mal el pie en su mano a mano ante Dimitrievski. Un error de precisión perdonable para el único jugador blaugrana que desprendía un brillo especial.
Lamine e Lewandowski comemoram o gol que abriu o placar para o Barça – Rayo Vallecano / Valentí Enrich
Los vallecanos poco a poco se fueron reaccionando con intentos de Pathé Ciss y Balliu que Ter Stegen pudo atajar. Más peligrosa fue una ruptura de Camello por el medio y su intento de vaselina se marchó alto.
Isi Palazón dio otro susto y tuvo ser Lamine Yamal quien rompiera esta dinámica con un trallazo desviado. Lewandowski también pudo poner el segundo, pero no vio a Raphinha y su remate se estrelló contra el portero.
El orgullo de Raphinha
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Raphinha estuvo muy activo, se movió por todos los flancos del ataque y demostró pundonor. Un orgullo que le valió una amarilla por protestar, pero también casi clavar por la escuadra una falta y sorprender enviando el balón al poste en un córner directo.
Raphinha bulha com Pathé Ciss no FC Barcelona – Rayo Vallecano / Valentí Enrich
El Barça funcionaba a fogonazos y no acababa de imponer su superioridad ante un rival que veía opciones de arrancar algo en Montjuïc.
La segunda parte se inició con el cambio ya rutinario de Christensen por Sergi Roberto en el pivote para seguir apuntalando la medular. El descanso sentó bien al equipo y Lamine volvió a aportar la chispa para generar peligro. Una pared con taconazo de Fermín levantó la admiración de los culés.
Gil Manzano, pitado desde el arranque, dio vida al Rayo al señalar una falta muy dudosa de Cancelo antes de que el luso encañonara a la red. El equipo buscaba el segundo con vigor.
Eso sí, el Rayo cogió al equipo descolocado en una contra, pero Álvaro García llegó fundido ante Ter Stegen y al alemán atajó la pelota con seguridad. La contundencia de Fermín fue muy distinta en la acción posterior en la que Dimitrievski evitó otro golazo del onubense.
Triple cambio
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Xavi quiso dar un giro al equipo con un triple cambio. Protegió a Cubarsí con Araujo, apostó por la calidad de Joao Félix en lugar de la constancia de Raphinha y la clase de Pedri por la pegada de Fermín. El del Campillo, por cierto, se fue aclamado del campo.
Xavi protegeu Cubarsí e o trocou na hora do jogo / Valentí Enrich
El técnico mantuvo a Iñigo Martínez cuyo oficio ayudó a salvar el empate, al rebañar un balón y no complicarse la vida enviándole a córner. El partido no estaba cerrado y era cuestión de ser prácticos.
El Barça empezaba a sufrir y Ter Stegen apareció para evitar que Isi pusiera las tablas con un disparo seco. Los cambios costaron de asimilarse hasta que Joao Félix cruzó un derechazo lamiendo el palo.
El luso se inventó otra jugada fantástica, cuyo rechace acabó en las botas de Pedri quien definió con confianza. El tinerfeño chutó sin miedo y la pelota entró tras tocar en el larguero.
Recuperar a Pedri puede ser la mejor noticia para el final de Liga y el canario firmó un doblete después de un pase largo de Araujo y una definición poniendo el cuerpo con fuerza para marcar con la zurda.
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Vitor Roque tuvo sus minutos por un Lewandowski que esta vez se fue con buena cara y el Barça se sacó de encima el peso de una temporada muy fatigosa.