Este martes, 9 de abril, coincidían en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife dos curiosas embarcaciones, completamente antagónicas, un velero de cruceros de lujo, el segundo más grande del mundo, y un buque de la marina de guerra de Estados Unidos. Se trata, por un lado, del Sea Cloud Spirit, por el que hay que pagar más de 1.000 euros diarios para disfrutar de sus instalaciones, y del Wilson Wharf, uno de los cuatro barcos militares americanos que zarparon de Virginia en marzo en misión para construir un muelle flotante frente a la costa de Gaza.
Con respecto al primero, fuentes de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife indican que arribó a la instalación chicharrera, en concreto, al Muelle Sur, procedente del Puerto de La Estaca, en la isla de El Hierro, y partirá este miércoles, 10 de abril, rumbo a Arrecife, en la isla de Lanzarote. Esta lujosa embarcación, en la que viajan en este itinerario 67 pasajeros y 81 tripulantes, tiene 135 metros de eslora, 17 de manga y un calado de 6,5 metros. Asimismo, cuenta con 4.228 toneladas de desplazamiento.
El Sea Cloud Spirit fue construido en el astillero Metalships & Docks de Vigo, en Galicia, y cuesta más de 100 millones de euros. El buque fue encargado en el año 2007 pero, tras múltiples problemas, su construcción finalizó el 29 de abril de 2021. Es considerado, en la actualidad, el segundo buque velero más grande del mundo, después de la goleta de vela de cinco mástiles Club Med 2, un crucero francés.
Este velero de lujo está equipado con tres mástiles, capaces de aparejar 28 velas, que soportan 4.165 metros cuadrados de trapo para cazar el viento durante la navegación. El palo mayor tiene una altura de 57 metros. También dispone de dos motores Diésel-eléctrico, junto con un Volvo-Penta. El buque puede alcanzar una velocidad máxima de 14 nudos, gracias a sus dos hélices. El Sea Cloud Spirit cuenta con dos cajas “anti-balanceos” para proporcionar estabilidad al buque, tanto cuando navega como cuando está fondeado.
Tiene un casco de acero, cinco cubiertas y 69 camarotes de tipo suite, que permiten alojar 136 pasajeros. Veinticinco de dichas cabinas cuentan con balcón privado. De las 90 personas que suelen formar la tripulación, unas 40 se encargan de la maniobra cuando navega a vela y el resto, atiende al pasaje y las instalaciones del crucero. Éste cuenta con un restaurante de lujo, vinoteca, biblioteca, bar, salón de té, zona de spa, peluquería, gimnasio, enfermería, cubierta de paseo, boutique, y piscina, entre otros servicios. Asimismo, dispone de un ascensor que conecta todas las cubiertas.
Por otro lado, en la Dársena de Los Llanos, se encuentra el buque militar americano USAV Wilson Wharf, que permanecerá en el Puerto chicharrero hasta el próximo 18 de abril. Llegó a Santa Cruz de Tenerife, junto a otros tres barcos de la marina de guerra de Estados Unidos, USAV Monterrey, USAV Matamoros y USAV SP/4 James A.Loux, el pasado jueves, 4 de abril. Éstos tres abandonaron la instalación tinerfeña el lunes, 8 de abril.
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Dichas embarcaciones, que partieron en marzo de Virginia con destino a la Franja de Gaza, están cargadas con material y segmentos de acero para muelles, con el fin de construir un sistema modular de calzada que permita el desembarco de contenedores con ayuda humanitaria. Al parecer, el Wilson Wharf llegó con una pequeña avería, que será reparada en Santa Cruz de Tenerife. Este último buque fue construido en 1990 en los astilleros Trinity-Moss Point Marine, de Escatawpa (Misisipi-EE UU).